Redacción. Madrid
La Fundación Española del Corazón (FEC) advierte que una exposición prolongada al ruido del tráfico elevado podría aumentar el riesgo de padecer un accidente cerebrovascular o ictus. Así lo ha sugerido un estudio publicado en la prestigiosa publicación médica ‘European Heart Journal’. Investigadores del Instituto de Epidemiología del Cáncer de Copenhague analizaron la asociación entre la exposición estimada al ruido ambiental y la incidencia de ictus en cerca de 51.500 personas incluidas en un registro previo.
José A. Barrabés, presidente de la Sección de Cardiopatía Isquémica y Unidades Coronarias de la Sociedad Española de Cardiología.
|
De ellas, 1.881 fueron hospitalizadas por ictus como primera causa y se demostró que por cada 10 decibelios de más de exposición al ruido del tráfico, aumentaba un 14 por ciento la probabilidad de padecer esta complicación tras ajustar por otros factores. El estudio también demostró que este riesgo aumentaba hasta en un 27 por ciento en las personas mayores de 65 años.
Existen otros estudios que también han indagado sobre este posible factor de riesgo cardiovascular. Uno de ellos, el metaanálisis “Relationship between noise annoyance from road traffic noise and cardiovascular diseases” llevado a cabo por investigadores alemanes y realizado a partir de ocho estudios europeos que analizaban los efectos del ruido, demostró que los sujetos expuestos a niveles altos de ruido tuvieron un aumento del 15,5 por ciento en el riesgo de padecer hipertensión arterial, uno de los principales factores de riesgo cardiovascular.
José A. Barrabés, presidente de la Sección de Cardiopatía Isquémica y Unidades Coronarias de la Sociedad Española de Cardiología, ha explicado que "este aumento del riesgo podría deberse a la activación del sistema nervioso simpático, que provoca un aumento de la presión arterial, particularmente si el exceso de ruido se produce durante la noche e impide un descanso nocturno adecuado”.
El ruido se está convirtiendo, cada vez más, en una de las consecuencias negativas de vivir en las grandes ciudades; así, según un informe elaborado por la OMS, la contaminación acústica es, tras la polución, la segunda mayor amenaza ambiental. En Europa, aproximadamente el 30 por ciento de la población está expuesta a un promedio de ruido superior a los 55 dB tanto de día y como de noche, cifra que roza los máximos permitidos por la OMS (de 55 dB por la noche y 65 dB durante el día).
La situación en España también es alarmante, ya que, por ejemplo, según cifras del Área de Medioambiente del Ayuntamiento de Madrid, los madrileños registran un nivel de ruido diario de 61.8 dB. “Aunque el ruido del tráfico no está considerado, por el momento, como factor de riesgo en sí mismo, cada vez existen más indicios de que la exposición continua a un ruido excesivo podría afectar de forma negativa a nuestra salud cardiovascular. Desde la Fundación Española del Corazón recomendamos a los ciudadanos que eviten en lo posible estas exposiciones y pedimos a los gobernantes que se tomen las medidas necesarias para que se cumplan las recomendaciones internacionales respecto a los niveles de ruido permitidos”¸ afirma el Dr. Barrabés.
|